Con poco menos de dos años –fue inaugurado en abril del 2016– el edificio de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, es motivo de orgullo para los estudiantes que allí se forman y que hoy encuentran espacios abiertos, de bienestar y de trabajo autónomo.
María Elisa Patiño es una de estas estudiantes, llegó desde Pasto y no estaba segura de haber elegido correctamente su profesión. Cuando conoció el nuevo edificio no tuvo duda: once aulas para clases magistrales, tres salas para videoconferencias, seis laboratorios o talleres para prácticas, el auditorio y hasta los espacios de esparcimiento que hay para la interacción con otros compañeros, son algunas de las cosas que la hacen sentir orgullosa de pertenecer a esta Facultad, que por más de 47 años no tuvo un edificio propio y hoy tiene uno moderno con las mejores condiciones para el bienestar y desarrollo de quienes lo habitan.
En el proceso constructivo del edificio de la Facultad de Enfermería se utilizaron 6.780 metros cúbicos de concreto de color. Argos brindó un completo acompañamiento al equipo de constructores.
Un bloque diferente
Para que María Elisa y los demás estudiantes y docentes de Enfermería pudieran tener un edificio así, galardonado en el 2016 como mejor proyecto arquitectónico en la XXV Bienal Colombiana de Arquitectura, fue necesario un trabajo conjunto entre el arquitecto Leonardo Álvarez Yepes y varias enfermeras de la Facultad, que le dieron ideas para el diseño.
La propuesta de Álvarez es un gran bloque que se levanta del suelo y que tiene una placa base que permite la integración del paisaje, tanto de los jardines como de las otras áreas cercanas al edificio. Es autosostenible porque cuenta con ventilación natural y quiebrasoles verticales que ayudan a controlar los rayos de luz , además, gracias al concreto Argos color ocre utilizado en la construcción tiene una buena calidez térmica. De esta manera se asegura comodidad y bienestar al interior de la estructura.
Todo el bloque fue hecho en concreto. Además del ocre se utilizó concreto arquitectónico gris de 3.000 psi, porque como asegura Álvarez “es un material que facilita el mantenimiento y que garantiza estabilidad en el tiempo”. Conoce más sobre el diseño de este edificio en el siguiente video.
Los retos de la obra
Durante el proceso constructivo de este edificio, el equipo encargado de hacerlo realidad se enfrentó a varios retos, sin duda, uno de los más importantes fue fundir en un solo día 560 metros cúbicos de concreto para la placa del segundo piso, que según Mauricio Pardo, director de obra, es “la más importante del edificio” porque es la que ayuda a que funcione como un “péndulo invertido”.
Pardo nos cuenta más de esto a continuación:
Que hoy, María Elisa, sus compañeros y docentes se sientan orgullosos del edificio al que asisten todos los días, fue posible gracias al compromiso y dedicación de quienes trabajaron para lograr un espacio moderno que responde a las necesidades de aprendizaje y los motiva para desempeñarse en una de las profesiones más antiguas y más vigentes de la humanidad. Para Argos, por su parte, es un orgullo haber aportado a la construcción de esta importante obra.