
En Argos nos regimos por los principios fundamentales de honestidad, ética y transparencia, los cuales nos permiten establecer relaciones de confianza con nuestros colaboradores, proveedores, clientes y demás grupos de interés. Por lo tanto, no toleramos conductas como el fraude, la suplantación o la falsificación de documentos dentro de la organización o por parte de nuestros aliados, ya que estas prácticas van en contra de los valores y leyes que rigen nuestro entorno empresarial.
La falsificación de documentos se utiliza generalmente para cometer fraude y ganar licitaciones, contratos u órdenes de compra. La suplantación es otra técnica fraudulenta en la cual los delincuentes se hacen pasar por alguien más con el fin de captar información empresarial, cometer engaños en los procesos o solicitar el pago de sumas de dinero que no corresponden. Por último, entregar dádivas para obtener beneficios ilegítimos o ventajas en los procesos también es fraude.
Las situaciones antes descritas son consideradas delitos y tienen graves consecuencias legales, quebrantan la confianza, dañan la reputación, ponen en riesgo la credibilidad y debilitan el entorno empresarial.
En caso de detectar conductas indebidas por parte de nuestros aliados, investigamos los hechos y tomamos las medidas adecuadas. Esto puede incluir la terminación de contratos, la cooperación con las autoridades competentes y la adopción de acciones legales tales como penas de prisión, multas significativas y antecedentes penales.
En Argos fomentamos la denuncia de cualquier conducta inapropiada a través de la Línea de Transparencia y alentamos a los contratistas y proveedores con los cuales nos relacionamos a actuar con integridad a seguir los canales legales adecuados y a buscar soluciones éticas en cualquier decisión que enfrenten.