La innovación y los avances tecnológicos han permitido crear materiales eficientes y menos contaminantes. Las construcciones del futuro harán uso de estas novedades que hoy todavía parecen ficción:
Madera ópticamente transparente: diseñada por investigadores del Royal Institute of Technology de Estocolmo. Es una madera traslúcida en la que se elimina la lignina para que se torne blanca.
Este producto sería ideal para la elaboración de paneles solares y ventanas, pues gracias a su consistencia y transparencia puede brindar privacidad a los hogares mientras deja entrar luz. Entre sus beneficios se destaca que es renovable, tiene un bajo costo de fabricación y es fácil de manipular.
Pintura solar: desde la Universidad de Sheffield en Reino Unido, un grupo de científicos desarrolló un spray con la capacidad de convertir superficies en páneles solares. Esta pintura es hecha con perovskita, un mineral fácil de obtener y procesar, compuesto de titanato de calcio que puede absorber la luz.
Al extenderse la pintura en una casa, carro, celular o computador portátil, esta logra absorber la energía de los rayos del sol y la transforma en electricidad, incluso en condiciones de poca luz, con una eficacia del 20%.
Cemento luminoso: con el objetivo de promover el ahorro energético, el investigador mexicano José Carlos Rubio creó cemento luminoso. Cuando Rubio notó que al mezclar el cemento blanco con agua se formaban copos de cristal que bloqueaban el paso de luz, resolvió remover estos copos. El cemento adquirió la propiedad de absorber la luz solar en el día para alumbrar en la noche.
Este producto es una buena opción para iluminar espacios interiores como baños y espacios urbanos como vías peatonales, cruces viales y senderos de bicicletas, contribuyendo a reducir la accidentalidad. Además, es sustentable y no requiere mantenimiento.
Hidrocerámica: con el arquitecto Areti Markopoulou a la cabeza, un grupo de investigadores del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, desarrolló un proyecto de láminas con esferas de hidrogel. El objetivo es reemplazar el aire acondicionado por estas paredes que generarían un efecto de enfriamiento en temporadas de calor.
Estas esferas son capaces de retener 400 veces su volumen en agua, así la absorben en época de lluvia y en los días de alta temperatura la evaporan para mantener frescas las habitaciones. El equipo estima que la hidrocerámica es capaz de ahorrar hasta un 28% de la electricidad que consume el aire acondicionado.
La investigación y el desarrollo de nuevos materiales busca:
- Abaratar costos de producción y distribución
- Disminuir la huella de carbono
- Generar un ahorro energético
- Reciclar materiales
- Disminuir desechos tóxicos