A la hora de comprar un producto, la experiencia que vive el cliente en el punto de venta es decisiva. La presentación y estructura del lugar, la atención y facilidad para gestionar sus necesidades son factores que influyen en su decisión de compra, en su satisfacción y en que quiera regresar.

Para generar una sensación agradable y cómoda a cada cliente que visite tu negocio, es clave que tengas en cuenta algunos aspectos físicos, por ejemplo, que el espacio siempre esté limpio, ordenado, con una buena iluminación y una correcta disposición de los elementos que ofreces.

Independiente de si tu negocio es una ferretería o un depósito, si es grande o pequeño, los siguientes consejos te servirán para mejorar la visibilidad de todo lo que ofreces y por ende, la experiencia de tus clientes.

1. Cuida la exhibición. Una apropiada elección, disposición y distribución de las mercancías y productos en los estantes del local comercial, le permite al cliente conocer todas las ofertas disponibles. Así mismo, contar con marcas certificadas puede aumentar la confianza y seguridad haciendo que, muy probablemente, se quede y concrete una compra.

   Ten presente que los niveles de visibilidad de los productos determinan los puntos focales más atractivos, por eso, aprovecha estos puntos para exhibir las marcas o referencias que quieras destacar dentro del plan de ventas de cada mes, es decir, los productos que quieras que sean más rápidamente considerados deben estar a la altura de los ojos y ser fáciles de alcanzar con la mano.

2. Ten una buena iluminación. Esto es fundamental porque a través de esta generas una visualización clara de la mercancía y de todo lo que tienes para ofrecer.

   Una buena práctica es iluminar con luces tipo led pues brindan frescura y claridad tanto al espacio como a los productos exhibidos, captando así la atención de los compradores, que incluso pueden interesarse en algo más que no tenían pensado. Además de estos beneficios, tendrás un ahorro en tu negocio en cuanto al consumo eléctrico.

3. Dile sí a la renovación. No se trata de que cambies constantemente toda la disposición del punto de venta, solo recuerda que no puedes caer en la monotonía y que tus clientes habituales también necesitan percibir evolución y novedad en tu negocio.

   Renovar es darles vida a los productos, puedes hacerlo cuando lo creas y lo sientas necesario, por ejemplo, puedes planear eventos o celebrar fechas especiales con alguna promoción o beneficio, o tal vez solo incluir una pieza gráfica que se destaque, esto puede ser el aire nuevo que necesite la clientela fija y potencial.

El servicio al cliente es clave

Aunque los aspectos físicos son importantes, no puedes olvidar otro factor determinante: el componente humano. Contar con equipos de vendedores y asesores comerciales correctamente preparados, actualizados en cuanto a los productos y requerimientos del cliente y dispuestos a resolver cualquier inquietud, incluso después de haber cerrado la venta, será un paso seguro al éxito. La disposición, la venta cruzada y el apoyo posventa son ideales. Pon en práctica las siguientes recomendaciones:

• Desde el primer contacto hay que tener una actitud abierta y diligente. Saludar, hacer sentir a gusto y complementar la búsqueda con datos valiosos e informados sobre los productos elegidos o los procesos a realizar, te genera un valor agregado y puede convertirse en el factor diferenciador de tu negocio frente a otros.
• Incluye el servicio posventa, pues si el cliente cuenta con el acompañamiento de un personal idóneo y preparado en caso de tener alguna necesidad después de la compra, es un factor diferencial que hará que se sienta más satisfecho. Además, esto genera recordación y sensación de respaldo, por lo que es muy probable que quiera regresar para futuras compras.
• Ofrece a tus clientes otros productos o servicios relacionados que complementen su compra principal, esto es un beneficio para ambas partes porque ellos reciben una atención más completa y tú tienes más posibilidades de incrementar tus ventas, eso sí, hazlo siempre con delicadeza, sin incomodar.