Metal, madera, papel, cartón, porcelana, piedra, incluso concreto. Las opciones de herramientas a la hora de crear son infinitas, cualquier material puede convertirse en una pieza digna de exhibición con la ayuda de unas manos que moldeen y unos ojos que proyecten como los de David Umemoto.
Inspirado por la arquitectura de lugares como África y América, este canadiense exploró a fondo las millones de posibilidades que puede brindar el concreto y moldeó figuras únicas, pasó de crear gráficos arquitectónicos en 3D por medio de su computador a materializar sus ideas con sus propias manos.
Su carrera como escultor y arquitecto se remonta varios años atrás, llegó a trabajar incluso en un proyecto para el Circo del Sol de la mano de otros profesionales, sin embargo su fascinación por el diseño de piezas se quedaba corta detrás del ordenador. En su búsqueda por ir más allá de la parte digital, Umemoto decidió viajar a Asia, donde aprendió técnicas para fundir hierro y aluminio, no obstante, debido a los elevados costos que generaba el uso de estos materiales, optó por acudir a otros más económicos con la idea de que cualquier persona pudiese recrear sus estructuras. Allí comenzó su travesía por el mundo del concreto.
Para él, pasar del mundo digital al físico significó mucho, los renders y trabajos que solía almacenar podían ser borrados con solo un clic, sin embargo ahora su obra no puede ser ignorada ya que ocupa un espacio físico, por lo que debe además buscar dónde almacenarla. Considera que el hecho de que sus piezas sean a pequeña escala es una ventaja, si algo no le gusta puede modificarlo o comenzar nuevamente, en cambio para un arquitecto no es tan sencillo, no puede decidir derrumbar todo y comenzar de cero.
Umemoto es un hombre de manos prodigiosas, puede convertir lo ordinario en arte, trasgredir las formas habituales y crear un nuevo mundo con tan solo imaginarlo.
Una de las características de su obra es que trabaja con patrones, los cuales se pueden interconectar como un rompecabezas. En muchas ocasiones comienza a elaborar un nuevo proyecto sin saber cómo va a resultar, no sigue una línea de trabajo ni tiene la idea previamente visualizada, dando así la oportunidad de ensamblar y reorganizar las formas en composiciones interminables, creando un sinnúmero de obras diferentes en una sola.
En su página web y en sus redes es posible contemplar sus piezas inspiradas en ciudades, interiores e incluso paisajes.
Este canadiense es un artista que logra balancear su talento como escultor con la precisión de un arquitecto, el uso de un material que no es frecuente y su atención al detalle, que se percibe en escaleras, muros y espacios perfectamente logrados a pequeña escala.
Conoce el trabajo de Umemoto en www.davidumemoto.com y en los siguientes videos.